miércoles, 29 de agosto de 2012

THE NEWSROOM | La serie que grita


. La primera temporada de 'The Newsroom' ya ha terminado. El balance general, en mi humilde opinión, es positivo y dista poco del que ya hice basándome sólo en el piloto en junio. He de reconocer que se me hicieron arduos algunos episodios, provocando altibajos en el transcurso de la temporada. A veces todo parecía lo mismo, los personajes y sus relaciones eran demasiado clichés, y Sorkin incluso se permitía introducir gags físicos que no venían a cuento o comentarios con pretensiones de una comicidad que, lejos de resultar natural, parecía hecha con plástico sintético y entraba con calzador.

SPOILERS. Superado esto, teniendo en cuenta que la serie no ha conseguido calar de verdad, y obviando el excesivo patriotismo en el episodio sobre la noticia de Bin Laden (o quizá es que no entiendo la cultura norteamericana y soy un insensible del 11-S), la serie continuó con su particular histrionismo y diálogos rápidos en búsqueda de la salvación del periodismo objetivo. Un ideal quijotesco que bien vale 10 episodios con algunos momentos memorables y sentencias que más de un medio debería aplicarse mientras se limpia el culo con la utopía del buen hacer y se regodea durante horas en los huesos o no de dos niños horriblemente asesinados, bajo el amparo de lo que llaman periodismo social. 

Las tramas principales quedan relativamente resultas, dando al espectador un respiro positivo, especialmente con el tema del posible despido de Will. Y en lo emocional, nos quedan la de Jim y Maggie (memorable el momento del autobús de 'Sexo en Nueva York'), y la de repente abierta entre Sloan y Don. Obviamente, aún no las han agotado del todo, así que en la segunda temporada veremos por dónde van los tiros. Respecto a Will y Mackenzie, se ve que la simpatía ha vuelto a su relación a pesar de los gritos que se dan, y lo único que me estorba es lo excesivo e histriónico que termina siendo el personaje de Emily Mortimer, rozando lo cansino.

En cualquier caso, balance positivo en general, como digo, a destacar algún que otro episodio, aparte del piloto, como el tercero, con un intercambio de palabras entre Sam Waterson (Charlie) y Jane Fonda (Leona) brutal.

Y para poner un cierre a esta primera temporada, qué mejor que recopilar los momentos de aquello en lo que esta serie ha destacado más sin darnos cuenta: LOS GRITOS. Creo que Aaron Sorkin guioniza con la música muy alta y esto le lleva a pensar en diálogos intensos y a voces, resultando lo que resulta... El vídeo lo publicaron en Vulture.com, y lo descubrí por @mlagoa en Twitter. Si dispones de siete minutos y medio, dale al play. Hasta el verano que viene, ACN.

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