sábado, 21 de enero de 2012

FRINGE 4x09 | La importancia de llamarse Peter Bishop (o cómo convertirse en una variable irreemplazable)

Este sábado he decidido hacer un experimento: sesión doble de FRINGE. Y lo cierto es que juntar el episodio tan ambiguamente bueno de "Back To Where You've Never Been" con el enorme capítulo siguiente "Enemy of my enemy" ha sido lo mejor que he podido hacer, porque me ha permitido ver cómo FRINGE ha cogido impulso (4x08) para finalmente alzar el vuelo (4x09).
Este fotograma no puede ser mejor: los F-Men, y Peter Bishop como piedra angular

No sé por donde empezar, así que de momento simplemente diré que FRINGE ha vuelto definitivamente, o más bien, que ya ha remontado. Dije que confiaba, aunque con miedo, pero el escepticismo ya lo podemos dejar aparcado, que no hay necesidad de echarle mano. Una temporada muy confusa, que nos tenía perdidos a todos, que no sabíamos por dónde iba, que había perdido el fuelle por la ausencia de nuestra "familia Fringe". Una postura arriesgada, igual que lo es aventurarse a decir que esto ya está hecho y que la temporada va a ser la leche. Sólo vamos por el noveno episodio, y no hay que correr, pero las cartas están sobre la mesa, y menuda la que nos han plantado. 
Peter Bishop te acojona. Es un hecho.


David Robert Jones ha vuelto, como veíamos en el repaso del anterior episodio, aunque aún no sabemos bien qué planes tiene: lo que es seguro es que ha vuelto fuerte el primero de los grandes villanos que hizo aparición en FRINGE. Esa sensación de inicio de serie que hemos tenido con este reseteo y los detallitos que nos iban soltando como a modo de homenaje o auto-referencias, también han tenido su sitio en este episodio. Esa parsimonia y seguridad de Jones cuando juega sus cartas, ese fetiche que tiene con el tiempo y los minutos (en "In which we meet Mr. Jones" concedió una entrevista a nuestra Olivia de 14 minutos, y si no, Loeb el infiltrado moría a manos de un gusano con patas bastante asqueroso agarrado a su corazón). Tras entregarse, esta vez les da 12. Y curiosamente en esta línea temporal en la que no se ha topado con "la familia", ha conseguido tener otro infiltrado en la Fringe Division, pero es directamente Broyles.
"Cool..."


En esta línea temporal nueva (parece que la pregunta de alter-Astrid a Peter nos confirma otra vez que esto, de momento, es así...) David Robert Jones logró cruzar al otro universo, lógicamente, pero sin que la división Fringe lo supiera. Y desde el "over there" se ha dedicado a crear shapeshifters que ha ido mandando tanto a uno como al otro lado. No tenemos ni idea de por qué usa a "sus criaturas" (aunque de primeras parece le han servido para regresar al universo "azul" para recopilar toneladas de "ampilicita" que le permita hacer la cojo-arma), pero los dos últimos segundos del capítulo son reveladores cuando vemos que el villano guarda relación con Nina Sharp.

Olivia con sus dolores de cabeza (recalcado en el anterior episodio), Nina que le administra unas extrañas inyecciones... ¿Qué intentan? Jones, en la historia original, incluso fue el principal culpable de que Olivia desarrollase sus poderes potenciados con el cortexiphan. Aquí no logró empaparse de los experimentos de Walter, así que no sabemos por qué Jones la quiere, ni si Nina lo que está haciendo es suprimir ese algo poderoso que a lo mejor guarda Olivia de forma natural... Esto abre muchas posibilidades, y esa sensación de no saber por cuál de ellas va a salir sólo me dice una cosa: vamos por buen camino.
Esa secuencia de colores me suena...

Por otra parte, el capítulo ha tenido sus puntos de acción y de tensión, su momento puramente FRINGE con un Peter que se ha visto en su salsa hablando sobre la "ampilicita" y concluyendo que se habían equivocado de universo: momentazo (más aún cuando Jones cruza gracias a nuestra amiga oriental y dice eso de: "something about the air on this side... it tastes  sweeter").

Y el otro momentazo muy intenso ha sido cuando hemos visto peligrar la vida de nuestra Olivia (de verdad que esta chica me puede cada vez más: tan asustada, tan vulnerable, tan queriendo saber qué pasa, tan curranta, tan confundida... Sólo me dan ganas de darle un abrazo...). 
Sustaco...!


Finalmente, quiero acabar con dos conclusiones. Primero una mención de honor para John Noble, que se merece premios coño ya por conmovernos a todos los friki-fans con sus dobles interpretaciones. Ambos Walter's han estado en este capítulo magistrales y muy humanos. Ambos necesitaban perdón, armonía. Walternate ya no habla con resquemor de Walter, y su mujer sirve de nexo para que tanto el secretario como el científico entrañable encuentren un poco de paz interior. Es más notable la de nuestro Walter, que necesitaba que alguien le perdonase para sentirse tranquilo, y quién mejor que la imagen de la mujer que tanto quiso (y que parece tener un halo de luz cuando la vemos: bien podría haber pensado Walter que era una preciosa visión sobrenatural). Esa conversación con ella en el laboratorio (me atrevería a decir que en el mismo sitio en el que se sientan a hablar Olivia y Peter en el piloto) y después en la que fue su casa años atrás han sido dos de los mejores momentos del capítulo. Incluso Peter se ha rendido ante Walter, que es el nuestro, y por supuesto el suyo. Pelos de punta y lagrimeo...

Halo de luz incluido
La segunda conclusión deriva de esta primera. Peter es un personaje muy importante, lo hemos visto durante toda la serie. Sin embargo en esta cuarta temporada ha estado muy ausente, muy perdido, y de hecho está en una especie de limbo en el que no sabe qué hacer. Hasta ahora. Por una parte, Peter va a retrasar su vuelta a casa (fan de "¡¡Yo perdí un universo...!!).) y a ayudarles a desentrañar la trama de Jones, puesto que él le conoce (increíble cómo se acojona en el interrogatorio). Como dice él mismo, Peter se ha convertido en una variable inesperada para los planes de Jones, así que de nuevo tiene una función y lo que hizo para unir los dos universos empieza a adquirir sentido real. Si Peter ha regresado a pesar de (o gracias a) los Observers, es porque supone irremediablemente una piedra angular en sí mismo. Y quizá no estemos hablando de una nueva línea temporal, sino de la línea que tenía que haber sido por narices, pero que Peter está modificando de nuevo. 


Sin darse cuenta, Peter está teniendo una influencia brutal en la gente que le rodea, concretamente en Olivia y en Walter. Una vez más. Como había ido haciendo desde la primera temporada. Se empeña en volver a casa, y en principio estamos tragando con eso, pero quizá no tenga que volver a ningún sitio, porque Peter se supone que no ha existido, y si existe ahora en ese momento y espacio, es precisamente porque September no borró sus rastros. Un rastro no sólo físico sino emocional.  Y esa brecha dejada por el Observer ha permitido que Peter se empeñe en existir.

O algo les queda a Olivia y Walter de la influencia de Peter (hablaban de no olvidar, en "One Night In October"), o bien Peter es tan importante que, su destino, a pesar de que fue pensado para no durar más allá del Reiden Lake, está ya intrínsecamente ligado a Olivia y Walter y es inevitable que por dentro lo sientan así.



No hay comentarios:

Publicar un comentario